Machala.- Durante la sesión 948 de la Asamblea Nacional, el asambleísta de la provincia de El Oro, Steven Ordóñez, intervino en el marco del segundo debate de la reforma a la Ley Orgánica de Cultura. En su intervención, Ordóñez resaltó la importancia de fortalecer el sector cultural como parte de una estrategia integral para combatir la inseguridad y promover el desarrollo en el país.Ordóñez aprovechó para reiterar que la seguridad es un tema prioritario para la Asamblea Nacional y que se han dado pasos concretos en esta materia. Entre las leyes aprobadas, mencionó el incremento de penas para delitos graves como sicariato, terrorismo y narcotráfico, así como la Ley de Extinción de Dominio, que permite confiscar bienes ilícitos.
En el contexto de El Oro, el legislador fue enfático al señalar que la falta de cultura y turismo en lugares emblemáticos como Puerto Bolívar ha contribuido a un aumento de la inseguridad. Ordóñez abogó por seguir el ejemplo de ciudades como Medellín, que a través de la inversión en cultura ha logrado reducir significativamente los índices de criminalidad. “Esta ley es una herramienta crucial para revitalizar nuestras ciudades y ofrecer alternativas de empleo y desarrollo para nuestros jóvenes”, añadió.
Uno de los puntos clave de la reforma incluye la asignación del 60% del presupuesto de cada evento cultural a la contratación de artistas y gestores culturales, lo que representa un aumento respecto al 50% estipulado en la ley vigente: “Hoy en día, vemos cómo a los artistas se les paga con aplausos o canjes, algo que debe cambiar con esta reforma”, manifestó el asambleísta.
“El país que defiende su cultura es un país invencible”, subrayó el legislador que votó a favor de la reforma, al tiempo que felicitó el trabajo realizado por la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología en la elaboración del informe. Ordóñez recalcó que esta reforma no solo busca proteger a los trabajadores culturales a través de la implementación de un régimen especial de seguridad social, sino también asegurar que se respeten sus derechos laborales, un paso fundamental para dignificar la labor artística en Ecuador.