Chimborazo.- El 3 de agosto de 2024, la joven fue vista por última vez por su padre, desde entonces, no se han tenido más noticias de ella.
Han pasado 22 días desde que Mishell Haro Rivera, una prometedora deportista de 15 años, fue declarada desaparecida mientras cumplía con su entrenamiento en las inmediaciones del volcán Tungurahua, en el cantón Penipe.
Las condiciones climáticas de la zona han complicado la búsqueda. El intenso frío y las lluvias torrenciales que azotaron la región el pasado viernes 23 de agosto han hecho que el acceso a la zona sea más peligroso y difícil.
A pesar de estos desafíos, más de 20 miembros de diferentes servicios de la Policía, junto con comuneros y amigos expertos en montaña, continúan la búsqueda bajo la coordinación de la Fiscalía. Sin embargo, no se ha encontrado ningún indicio claro que indique el paradero de Mishell.
Ante la complejidad de la situación, la Fiscalía ha solicitado nuevamente la colaboración del grupo de canes a cargo de Édison Aguagallo.
Además, un nuevo experto se ha unido a las labores de rescate. Franklin Varela, un experimentado guía y rescatista de alta montaña, se ha incorporado al equipo en un intento por intensificar las búsquedas en la zona.
Varela, conocido por su experiencia en operaciones de rescate en terrenos agrestes, ha compartido su preocupación en redes sociales: “Mantén, Señor, nuestros corazones fuertes y nuestra memoria viva para que sigamos buscando con esperanza”. En sus publicaciones, se le puede ver acompañado de comuneros mientras enfrentan las duras condiciones del volcán.
El experto ha señalado que la logística necesaria para operar en la zona es altamente especializada. “La zona donde la gente y su padre encontraron indicios es muy difícil, necesitamos subir con equipo más especializado”, indicó Varela, sugiriendo que podrían solicitar la colaboración de los Bomberos de Quito, quienes disponen del equipo necesario para este tipo de intervenciones.
El próximo 6 de septiembre, Mishell cumpliría 16 años. Sus sueños de convertirse en abogada y competir en carreras internacionales de trail runner están en pausa, mientras la incertidumbre sobre su paradero persiste. La familia Haro Rivera, aunque agotada, no pierde la fe.
“Agradecemos a todos quienes nos siguen apoyando, pero debo reconocer que las esperanzas se debilitan a ratos. Le pido al Señor que nos permita traer a Mishell a casa”, expresó Sonia Rivera, una de sus parientes más cercanas. La consigna de la familia y de la comunidad sigue siendo la misma: ¡Hasta encontrar a nuestra campeona!
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